Decisiones del Banco Central: ¿cómo afecta EEUU?
MAURICIO VILLENA Decano de la Facultad de Administración y Economía UDP
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Mauricio Villena
Se espera que el Banco Central (BC) revise a la baja su proyección de crecimiento, reduciendo el rango del 2,25%-2,75% a uno más conservador entre 2,1% y 2,3%. Este ajuste responde a un panorama de actividad económica moderada, con inversión en terreno negativo y un consumo que crece a un ritmo de 2%. Paralelamente, las proyecciones de inflación para 2024 se han elevado, estimándose entre 4,6% y 4,9%, por encima del 4,5% previo.
El alza en la inflación, impulsada por mayores tarifas eléctricas y precios de alimentos, podría llevar al BC hacia una política monetaria más cautelosa. Aunque el crecimiento ha sido revisado a la baja, la inflación sigue siendo una preocupación central, y aunque es probable se pueda continuar con una reducción de la tasa de política monetaria (TPM), esta debería considerar un ritmo más pausado.
“Un mayor dinamismo en EEUU podría estimular la demanda global, pero las tensiones comerciales, podrían generar presiones inflacionarias adicionales”.
A nivel internacional, las políticas económicas de EEUU, ahora bajo Donald Trump, agregan incertidumbre. Posibles recortes fiscales o nuevos aranceles podrían impactar la economía global, afectando tanto la inflación como el crecimiento en Chile. Un mayor dinamismo en EEUU podría estimular la demanda global, beneficiando a nuestro país, pero las tensiones comerciales, especialmente con China, podrían generar presiones inflacionarias adicionales, que pueden verse amplificadas por una depreciación del peso chileno.
En noviembre, la inflación en EEUU subió a 2,7% en comparación con el mismo mes del año anterior, levemente sobre el 2,6% de octubre. Sin embargo, la inflación subyacente se mantuvo en 3,3%, lo que refleja presiones inflacionarias persistentes en sectores como alimentos, energía y servicios. En respuesta, la FED continúa con recortes graduales de tasas, aunque en un ritmo más moderado debido a la persistencia inflacionaria y riesgos externos.
Si la FED mantiene tasas de interés más altas, el dólar podría apreciarse frente a monedas emergentes, incluido el peso chileno, elevando el costo de las importaciones y presionando la inflación en Chile, sobre todo en sectores sensibles a los precios internacionales. Además, los flujos de capital hacia activos en dólares podrían intensificar la presión sobre el tipo de cambio, afectando la estabilidad de precios y la competitividad chilena.
El tipo de cambio es clave para la economía local: su variación frente al dólar tiene un impacto directo en los precios de los bienes importados, lo que afecta la inflación y el poder adquisitivo de los consumidores. Un dólar fortalecido, como resultado de las decisiones de la FED, incrementa las presiones inflacionarias adicionales en Chile, especialmente por la dependencia de la economía nacional de productos importados.
En este escenario, el Banco Central debe adoptar una política gradual y flexible, ajustando las tasas de interés con cautela y monitoreando la inflación en sectores sensibles como alimentos y energía. También, debe observar de cerca las fluctuaciones del dólar, considerando su impacto en la economía. Finalmente, la política debe ser adaptable a riesgos externos, como las decisiones de EEUU y las tensiones comerciales globales, acompañada de una comunicación clara que gestione las expectativas del mercado.